Cuando supe de la muerte del actor Robin Williams, a los 63 años, el lunes 11 recién pasado, como todo el mundo quedé impactado. Al día siguiente, cuando ya se confirmaba que había sido producto de un suicidio, más impacto me causó. Es que haciendo un repaso mental de sus películas lo que más recordaba era asociarlo a la risa, a la comedia, a momentos entretenidos. Incluso en algunos dramas, como «La Sociedad de los Poetas Muertos», donde interpreta a un apasionado profesor de literatura. Sumemos la aventura de «Jumanji», el doble papel en «Papá por Siempre», al niño grande «Jack», el payaso de los enfermos «Patch Adams» o su papel de gay en «La Jaula de las Locas». Pero yo me quedo con el Peter Pan que hizo en «Hook», de Steven Spielberg. Será por la genialidad de ver al personaje convertido en adulto y olvidado de su pasado, dándonos otro enfoque de la historia del niño del País de Nunca Jamás; o simplemente por lo entretenidísima que es, lo cierto es que asocio a Williams al instante con ese papel cuando alguien lo nombra. 

 

hook-1991-hoskins-hoffman-williams

Este año también vimos partir al ayudante del Capitán Garfio, el actor Bob Hoskins.

Leyendo hoy que su última esposa reveló que, además de la profunda depresión que padecía había mostrado los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson, y viendo los títulos de las películas que he citado, no puedo dejar de pensar que quizás lo único que Robin Williams temía era envejecer de la peor manera. 

tumblr_mubmu6nCVe1sbyrf4o4_1280

A continuación, mi humilde homenaje.

El Amo del Perro.

GUAU BLOG 575

Clic para agrandar.