El Viernes y Sábado el Colegio de Profesores se quiso poner serio. Realizó un plebiscito (no vinculante) para que la gente se manifestara en temas sobre educación a través de cuatro preguntas. Las respuestas podían hacerse de manera presencial en mesas dispuestas en todo Chile o a través de internet ingresando los datos personales de cada uno. Podían votar personas desde los 14 años en adelante.

Pasados los dos días, los organizadores consideraron que la iniciativa fue todo un «éxito». Nada más lejos de la verdad. Y nada más lejos de la seriedad.

Primero que nada, es bastante poco serio un plebiscito donde niños con poca experiencia y altamente influenciables (si es que no son derechamente obligados o forzados) por sus padres, amigos y pares; puedan votar.

Segundo, por lo visto en televisión y videos, las preguntas eran contestadas a vista y paciencia de todo el mundo. No había casetas, no había privacidad. Es decir, el voto, eventualmente, podía no ser secreto.

Tercero, muchas personas que votaron por internet denunciaron haber podido votar más de una vez (dos, tres, cuatro o más) modificando el RUT en algún número. Otros denunciaron que incluso podían votar niños menores de 14 años, y que además el sistema colapsaba constantemente. Todo esto, sin duda, le resta mucha legitimidad.

Cuarto, ninguna organización medianamente seria respaldaba o velaba para que esta votación se hiciera con un mínimo de transparencia. Aunque sus organizadores digan que los resultados serán enviados al Tribunal Electoral, con todas las irregularidades denunciadas anteriormente, ya está viciado.

Quinto, ninguna de las preguntas apuntaba hacia uno de los principales problemas de la educación en nuestro país: la calidad de los profesores, su constante negativa a ser evaluados y la imposibilidad de despedir a los malos.

Sexto, este es el argumento que constituye mayor importancia. Según el mismo Colegio de Profesores los participantes a nivel nacional fueron 1.500.000 personas, lo que ellos consideran que fue todo un «éxito». Esta expresión está muy lejos de ser verdad y sólo se explica como una pirotecnia mediática para esconder su fracaso. Porque si nos vamos a los fríos números podremos concluir que de 17 millones de habitantes, es decir el 100% de la población, sólo participaron 1,5 millones, o sea un 8,8%. Y esto siendo generosos, ya que seguramente la participación fue mucho menor debido a las irregularidades antes mencionadas. Fracaso total.

 

Sin duda un plebiscito está lejos de ser la solución a este conflicto estudiantil. El camino es el diálogo y ojalá los estudiantes decidan retomarlo. Han logrado mucho por el bien de la educación del futuro y estoy de acuerdo en muchas de sus demandas, pero lamentablemente no pueden tenerlo todo. Nadie puede.

Que tengan una buena semana.

Próxima Actualización: Viernes 14 de Octubre.

El Amo del Perro.

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