El momento que vivimos, la soledad, el encierro, las restricciones, los cuidados a tener en cuenta, el miedo a contagiarse, las carencias; todo nos ha llevado tener que pensar más. No sólo pensar nuestros actos y acciones, sino también todo lo que viene a futuro.

Nada será igual (con o sin vacuna, porque es probable que otras pandemias nos afecten de manera más seguida, según muchos expertos) y debemos preparnos para ello. Cambios en las relaciones interpersonales como saludar de beso a nuestros conocidos y no tanto, el teletrabajo o la forma de comprar, son temas que llegaron para quedarse.

Nuestro amigo canino también tiene mucho que pensar, aunque sus reflexiones son bastante (MUY) interiores y personales. Quizás demasiado.

Que tengan un buen fin de semana.  

El Amo del Perro.

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