Dos años han pasado de esta triste tragedia nacional y de lo que más se ha hablado es de dos cosas: resposabilidades del gobierno anterior ante la inacción de esa jornada y los 3 días siguientes; y de la supuesta lenta reconstrucción. Digo supuesta, porque el Gobierno dice que el avance es significativo, mientras que sus oponentes los refutan y critican una y otra vez. Y en eso se han pasado los 2 años, cuando, muy por el contrario, ambos grupos deberían estar unidos, colaborando, dispuestos a levantar el Chile que es de todos. Pero no, domina en ellos el egoísmo político, especialmente en la oposición, que no sabe ni puede reconocer los logros de un gobierno que no es el suyo. Mezquindad pura.

Pero quizás lo peor de estos dos años ha sido que no hemos hecho el ejercicio de reparar las almas de la vergüenza que produjo el terremoto que seguió al original: el de los saqueos. De eso, poco se habla y nada se corrige. Es más, la gente aprendió y ante cualquier eventualidad (corte de luz, incendio, desmanes, etc.) se preocupan de saquear.

Si el terremoto y maremoto de Japón del 2011 sacó lo mejor de los japoneses (no hubo saqueos, por ejemplo), de nosotros sacó lo peor. Y mientras esa reconstrucción, la de nuestra forma de pensar, no cambie, por más puentes y casas que se levanten, de nada nos servirá.

Ojalá algún día lo logremos.

Próxima Actualización: Viernes 2 de Marzo.

El Amo del Perro.

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