Cómo están. Con lata me imagino. Como cada lunes.Ustedes saben que GUAU! no es muy amigo de los gatos y siempre aprovecha cualquier oportunidad para hacerle algún daño a uno.
Esta vez, a uno que anda por los suelos penquistas…
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Saludos.
Próxima Actualización: Viernes 16 de Mayo.
El Autor.
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apoyo a Guau en la lucha anti gatos…esos animales se comieron a mis catas cuando estaba en kinder
Muerte al gato invasor! vamos a guerra amigo!
Por la buena onda y por ser la gran persona que eres, he dejado un link de tu pagina en mi blog, espero que te guste, saludos
Christ
Jaja… no es una «lucha» antigatos. GUAU! tampoco los odia tanto. Total, al final igual son votos.
Lamento lo de las catitas. Seguro el pobre gato andaba hambriento. Además, hay perros que igual comen pájaros, como Indy. Je.
Saludos!
El Autor.
Christ, gracias por sus positivos comentarios y el link en su blog.
Saludos.
Naaaaaaaaaaaaaaaaada! guerra al gato invasor!!!
Garfield a la parrilla! yiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiha!
Jajajaja… no, Garfield es intocable… una de mis inspiraciones. Larga vida a Garfield!!! y Jon Bonachon, su triste dueño.
Además, hay un gatito por ahí que me cae bastante bien, con nombre de un personaje de 31 minutos.
saludos.
jajajajja toi puro wei…
La pelea entre perros y gatos viene de tiempos prehistóricos, de cuando el perro era lobo y vivía en la caverna cuidando la presa que su amo cazaba para asarla después.
El gato doméstico antes era un furioso gato montés, implacable con los ratones que invadían la caverna, el cavernícola le permitió quedarse porque también cuidaba la comida y le mantenía libre de bichos el lugar donde dormía con su familia.
Pero éstos nunca se llevaron bien, aún cuando su amo los quería por igual, el gato siempre pide exclusividad y no tolera estar al mismo nivel que un perro, por eso son más independientes y su instinto básico de cazador no lo han abandonado, todavía trepa por las paredes, salta, se encrespa cuando algo no le gusta, muestra las garras y los dientes.
A diferencia del perro que se gana el cariño de su amo para conseguir techo y comida, a punta de hacerse el gracioso, evoluciona desde el lobo que cazaba en manadas para adoptar a otra manada: la nuestra.
Ellos nos miran como el macho-alfa del grupo, al que hay que seguir y respetar. En cambio el gato nos ve a la distancia, desde arriba de un techo o de una pandereta, nunca va a entregar todo su amor como lo haría un perro, a lo mejor algunos gatos hogareños si lo hacen pero siempre se dejarán un porcentaje para si.
El perro es capaz de darse un 100%
He ahí la raiz del conficto.
Quién es más inteligente?
Yo creo que los dos.
Que vivan los perros y los gatos, jeje
Saludos.