Estamos a una semana del fin del mundo. Dicen. Perdón, no. No es el fin del mundo, son tres días de oscuridad. Ah, no, tampoco. Será un cambio de paradigma y pensamiento de la humanidad, ayudados por la llegada (ese día) de seres de otro planeta. Mentira, sí será el fin del mundo, con el choque de un planeta perdido, Nibiru, que salió de la órbita de la Vía Láctea hace cientos de millones de años luego de partirse en dos (una de esas partes formaría la Tierra y otro pedacito la Luna) para reaparecer en nuestra era y chocar contra la Tierra. No, no, el fin será con cataclismos, lluvias ácidas, tormentas eléctricas, inundaciones, tsunamis, tornados y caídas de aviones. Falso, va a ser cuando se inicie la Tercera Guerra Mundial y asuma un Papa negro. Están todos equivocados, porque el fin del mundo lo predijieron los Mayas, aunque no dicen cómo.
Todo eso y mucho más se ha dicho del 21 de Diciembre. Lo mismo se dijo hace 12 años atrás, para el cambio de milenio, anunciando la masiva caída de aviones que desconfigurarían sus sistemas electrónicos, el comienzo de una nueva era, llegada de marcianos y miles de cosas más. Y no pasó nada. Probablemente el próximo viernes veamos a mucha gente asustada, unos cuantos suicidios colectivos, gente esperando en el desierto o la montaña la aparición de enanitos verdes y una psicosis masiva.
Veremos qué pasa, pero mientras tanto, GUAU! los tranquiliza un poco.
Buen fin de semana.
Próxima Actualización: haré una «Cuenta Atrás» para el viernes 21, así que actualizaré todos los días de la próxima semana.
El Amo del Perro.
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