Nuevo día, nuevo número.
¡Ánimo que hay que levantarse!
Próxima Actualización: Mañana.
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Como les anuncié el Viernes, desde hoy y hasta el Nº 300, GUAU! se debe a sus conciudadanos penquistas. Todos los días. Este es el primero de una serie de números en los que el perro trabajará por la ciudad que lo vio nacer y que ha sido golpeada duramente por el terremoto.
Aprovecho de sugerirles que visiten el blog http://lamomia-roja.blogspot.com donde varios artistas, chilenos y extranjeros, han querido expresar su solidaridad por Chile. Hoy aparece destacado el dibujo de su humilde servidor.
Ya saben, mañana, pasado mañana, el día siguiente a ese y todos los días, un nuevo número.
Saludos!
Próxima Actualización: Mañana.
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Y termina la aventura de GUAU! en el Parlamento chileno. Por ahora…
Ayer jueves fue el tan esperado cambio de mando. La presidenta Bachelet (primera mujer en llegar al poder) se despedía en el Congreso Nacional y le entregaba la banda presidencial (a través del presidente del Senado) al nuevo Presidente, Sebastián Piñera.
Un día histórico para la centro-derecha, del que fueron testigos muchos gobernantes del mundo, incluido el Príncipe «gigante» de España, Felipe. A su lado, Piñera parecía un pitufo…
Todo se llevaba a cabo con normalidad, hasta que una vez más el suelo se movió (esta vez en Valparaíso) y obligó a evacuar el edificio, quedando la ceremonia inconclusa. Solo faltó el discurso del nuevo Presidente. Este se realizó horas más tarde, en el palacio de La Moneda y estuvo marcado por un llamado de unidad y respeto, especialmente por los momentos que vive el país luego del devastador terremoto. Esperemos que el llamado sea escuchado, y que entre todos podamos levantar nuevamente este país. He dicho. ¡Bah!, me imaginé que estaba en la Moneda.
Ahora comienza un nuevo camino para GUAU!, entregado en cuerpo y alma, y día a día, a sus conciudadanos penquistas. Ya verán. Sí, porque desde la próxima semana podrán visitar TODOS LOS DÍAS a GUAU! para ver como avanza su trabajo. Esto se extenderá hasta el Número 300. Es decir, los próximos 14 números.
¡Los esperamos!
Próxima Actualización: Lunes, Martes, Miércoles, Jueves y Viernes de la próxima semana.
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27 de Febrero del 2010: Terror. Horror. Incertidumbre. Vergüenza. Miedo.
Esas emociones, en ese orden, fueron las que marcaron ese día desde la madrugada hasta la noche del día siguiente.
TERROR: 3:34 a.m. Dos minutos antes la música, las risas y una conversación agradable llenaban el comedor de una casa de madera donde un amigo cumpleañero celebraba. El movimiento impresionante hacía perder el equilibrio, todos se aferran a algo y las luces se cortan casi de inmediato. Las mujeres gritan y lloran, los hombres gritan también, intentando calmar la situación con frases como «¡ya pasó!» o «¡ya va a pasar!». Desgraciadamente, eso no sucedía y todos vivíamos el par de minutos más largo de nuestras cortas vidas. El ruido ensordecedor de las cosas cayendo y quebrándose sólo oscurecían más nuestros nublados pensamientos. Hasta que todo se calmó.
HORROR: Oscuridad total. Acostumbrando nuestros ojos a ella, poco a poco recorremos la casa, impactados por cómo la violencia del terremoto botó muebles, destrozó paredes, dobló firmes fierros y pulverizó objetos. Pero el mayor horror estaba por venir. Cuando ya amanecía, un grupo decidimos volver a nuestras casas. Recién en el trayecto de Chiguayante (donde estábamos) al centro de Concepción, comenzamos a darnos cuenta de la magnitud del desastre. Derrumbes de cerro cortando el camino en varios puntos, árboles en el suelo, calles levantadas, muros completos destrozados, cables en tierra, edificios con severos daños… cada kilómetro avanzado, cada metro más cerca del centro de la ciudad, el panorama era peor.
Después de dejar a un par de amigos en sus casas recorrimos la calle O’Higgins. Y ahí, casi al final de la avenida, una torre de oficinas casi nueva, lucía devastada por el terremoto. Parecía desnuda de la mitad hacia arriba. Sólo podían verse fierros, destrucción de los muros, muebles colgando y ladrillos desparramados. Pero todavía quedaba lo peor. Enfrentamos la calle Carrera para cruzar el Puente Llacolén y ahí yacía, partido en dos y en el suelo, el Edificio Alto Río. Pensando en la cantidad de gente muerta bajo los escombros, el horror ya era completo.
Pero había más. Pasadas las horas nos enteramos del maremoto, la destrucción de Talcahuano, la desaparición del 80% del pintoresco Dichato y las consecuencias impresionantes de la fuerza del mar en otras localidades y poblados a lo largo del país. Parecía el fin del mundo.
INCERTIDUMBRE: Luego de dos minutos de movimiento intenso, las preguntas se sucedían a la velocidad del rayo: ¿qué pasó? ¿cómo estarán nuestras familias? ¿se sintió sólo en Concepción? ¿de qué intensidad fue? ¿en qué estado se encuentra la ciudad? ¿cuántas réplicas habrá? ¿hubo o habrá maremoto? ¿sobreviviremos? ¿qué pasa en las calles? Las preguntas se acumulaban una tras otra y terminaban por generar un estado de angustia tremendo. Y las sirenas, bocinas, ladridos, réplicas y movimiento de gente no aportaban mucho a la calma.
Poco a poco y sin movernos, cada uno fue sabiendo acerca de sus familiares, mientras la información que algunos vecinos transmitian escuchando Radio Bío Bío, todavía demasiado preliminar, decía que no había grandes daños ni muertes que lamentar ni riesgo de maremoto. Todo lo cual quedaría sepultado más tarde con la cruda realidad.
VERGÜENZA: Ya a las 8 de la mañana, mientras intentábamos cruzar hacia San Pedro de la Paz para dejar a un amigo, fuimos testigos de los primeros saqueos. En un sitio cerrado, varios autos estaban con sus puertas abiertas mientras un tipo se alejaba. Más tarde, a las 11 de la mañana, volvimos al centro y vi cómo el supermercado Lider, con varios de sus amplios ventanales rotos, comenzaba a ser desvalijado. La gente corría con carros para sacar lo que pudiera. Agua y alimentos en un comienzo. Computadores y televisores, después. Esto cruzó todas las clases sociales, desde pobladores en carretillas, hasta tipos en autos prácticamente nuevos. Oportunistas puros y duros. Caraduras. Personas sin Dios ni ley.
Como anécdota y quizás guinda de esta horrible torta, alguien comentaba después que vio en televisión a un tipo con un televisor en la mano al que le preguntaban para qué se lo robaba. «Para ver el Mundial», contestó. Verdad o no, refleja con nitidez que los saqueos no eran cuestión de primera necesidad, de vida o muerte.
Pasadas varias horas, el descontrol de parte de la ciudadanía era total y los asaltos al resto de los supermercados de la ciudad, grandes tiendas, tiendas minoristas, cajeros automáticos, farmacias o lo que fuera, sobrepasó cualquier situación imaginable. La radio informaba que estos mismos locales eran luego incendiados para generar el caos y sembrar la anarquía. Carabineros simplemente no daba abasto y todo amenazaba con transformarse en un infierno.
MIEDO: Con una situación así y muchos rumores circulando, el miedo se instalaba rápidamente. Decían que venían hordas de personas de poblaciones a robar y saquear. Se hablaba (lo que era verdad) de gente intentando entrar a los edificios en San Pedro de la Paz y a sus moradores defender con dientes y uñas lo que es suyo. Fue tanto, que los vecinos de prácticamente todos los barrios de la ciudad debimos organizarnos, construir barricadas, armarnos, etc. para no ser víctima de estos antisociales que creían estar en un paraíso. Haciendo turnos de guardia las 24 horas, en casi todas partes los vecinos lograron controlar la situación.
Mientras, en Radio Bío Bío clamaban porque las Fuerzas Armadas tomaran las riendas del asunto, cuestión que era correcto hacer. Todos los presidentes en Chile que se enfrentaron a una situación así lo hicieron. Pero no, este gobierno tenía que esperar, dándoles tiempo a los delincuentes para continuar con su desenfrenado festín.
La indefinición de la Presidenta en decretar Estado de Catástrofe para imponer orden, porque podía ser mal visto que su período terminara con militares en las calles y traería malos recuerdos de la Dictadura Militar, resulta inexcusable. Demostraba así falta de decisión y liderazgo para actuar ante una crisis. El actuar del gobierno fue francamente patético.
Finalmente ocurrió y día a día, noche a noche, con un Toque de Queda amplio, comenzó a llegar la calma, al menos, para dormir, mientras en medio del polvo y la destrucción la ciudad recién comienza a levantarse.
P.D.: Lamento que haya sido tan largo, pero era necesario. No podía integrar esto al relato, pero acá calza perfecto: ¡Feliz Día a todas las mujeres!
Próxima Actualización: Estoy evaluando publicar un número el Miércoles, pero seguro, seguro, el Viernes 12 de Marzo.
El Autor.
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A todos los visitantes y seguidores de este perro, les habla su amo.
Ante todo agradezco a Dios el poder estar bien, lo mismo que mi familia, amigos y cercanos. Agradezco también a todos los que en estos días de incertidumbre y horror han visitado este sitio para saber de mí y el perro. Aprovecho además de hacer público mi agradecimiento a Radio Bío Bío de Concepción, la radio más grande de Chile, que con su trabajo abnegado y sacrificado estuvieron informando desde el primer minuto todo lo que ocurría alrededor de los lugares afectados, presionaban a las autoridades, eran puente de comunicación entre personas que buscaban a familiares y eran un nexo importantísimo a la hora de generar redes de ayuda de todo tipo: ciudadano, militar, médico, etc. ¡Se merecen un Pulitzer! Y eso es poco.
Por ahora, no habrá chistes ni dibujos. A lo mejor la semana entrante. Pero esta página/blog seguira transmitiendo y más fuerte que nunca. En los dias que siguen continuará con Boletines Informativos y haré ver mi visión de los hechos.
Un gran saludo y abrazo a todos. A no bajar los brazos.
¡Hasta pronto!
IGNACIO SOTO-AGUILAR H. ///El Autor y Amo de GUAU!
No hay discusión: tenemos buenos humoristas en Chile. Podemos sentirnos orgullosos.
Lo demostró Coco Legrand la noche del Lunes en el Festival de Viña. Se subía una vez más a ese escenario y con su clásico y sarcástico humor disparó contra nuestras malas costumbres, describió situaciones que a todos nos incomodan o amedrentan y envió mensajes positivos codificados en sus reflexiones pesimistas.
Al día siguiente, no faltaron los tontos graves que, con comentarios en blogs, mensajes electrónicos y cartas al director de algunos diarios, lo encontraron chabacano, grosero, insultante, roto, que se las da de psicólogo, denigrante; entre otros epítetos. Como si vinieran recién descubriendo al Coco. Como si nunca jamás sus presentaciones hubieran sido así. Como si sus reflexiones fueran nuevas. Como si las veces anteriores que se presentó en Viña fue una santa paloma. Otros dudaron de los premios que merecidamente se llevó del público. Que muy apurado, que inmerecido, que forzados. Le buscaban la decimoquinta pata al gato. Como bien dijo Farkas alguna vez, este país es demasiado chaquetero.
La verdad es que yo me reí mucho. A carcajadas. Para los que recién descubren al pseudo-psicólogo en sus reflexiones, revisen las rutinas anteriores, de hace muchos años, y verán que este gran artista siempre se da un minuto para pensar. Y, oh sorpresa, la mayoría de las veces tiene razón. Es el valor agregado de sus rutinas.
El Miércoles se subió, con más humildad, pero el mismo buen humor, Bombo Fica. Con su traje blanco y su bombo al lado (¿lo habrá tocado alguna vez?), demostró seguridad y repletó de carcajadas esa noche. Su humor más clásico, de chiste rápido y situaciones cotidianas, plagadas de amigos y personajes extraños, se comió al supuesto «monstruo» que dormía frente a él, llevándose todos los premios. Tremendo.
Así fue como empezó y terminó este famoso festival para mí, que con el paso de un par de representantes del regaetton, Américo y uno que otro número friki, parece más una kermesse de colegio que Festival Internacional de la Canción.
Buen fin de semana. Nos vemos el lunes.
Próxima Actualización: Lunes 1 de Marzo.
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Qué tal.
Se acabaron las vacaciones de GUAU!. Y, con un par de maletas llenas de buenos recuerdos y otro par de bikinis que se colaron por ahí, vuelve a su gris realidad.
Hacía más de un mes que no dibujaba al perro, por lo que me costó volver al trainning de siempre. Sobre todo creativo. Pero ya está.
Hoy comienza el Festival de Viña del Mar. Pero un festival paralelo tuvo lugar la semana pasada: los errores y desaciertos (una vez más) de la Federación Chilena de Gimnasia (Fechigi) que dejó fuera por segunda vez a nuestra joven promesa, Tomás González, de dos fechas mundiales de su disciplina, al no inscribirlo. Vergonzoso.
Hablando más en serio, está por empezar la actuación de Coco Legrand en el Festival, que es lo único que voy a ver. Así que hasta aquí la cosa.
Chau!
Próxima Actualización: Viernes 26 de Febrero.
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