Y se terminó la discusión por el reajuste al sueldo mínimo. Prevaleció la propuesta del Gobierno, de 193 mil pesos, a las presiones de la oposición e incluso de algunos miembros del partido oficialista para que fuera algo mayor. Sin embargo, el «triunfo» del Gobierno en esta materia no es tal, ya que tuvo que apelar al Veto Presidencial para lograr transformar el proyecto en ley, lo que quiere decir que no puede ser rechazado.

Personalmente, creo que la postura del Gobierno a este respecto fue mala. Alargó el chicle más de lo necesario ya que, como dijo Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional (el partido del Presidente), mucho más fácil hubiese sido que La Moneda hubiera presentado y aceptado la propuesta de RN, de 200 mil pesos, que tenía mayor respaldo y consenso entre miembros del oficialismo y la oposición. Así se hubiese evitado un debate bastante estéril, que terminó en prácticamente nada.

Por otro lado, me parece que tienen razón quienes sostienen que un aumento del sueldo mínimo generará problemas en el financiamiento de las pequeñas empresas, dado que, precisamente por ser pequeñas, les es difícil aumentar el sueldo de sus empleados. 

Si esto es un problema, y sin ser yo economista ni analista económico ni mucho menos, ¿no sería bueno que así como las grandes empresas deben pagar un mayor impuesto por sus ganancias, a diferencia de las pequeñas; se proponga un proyecto de sueldo mínimo «diferenciado», donde las grandes empresas (que obtienen grandes ganancias) paguen un sueldo mínimo más alto, mientras que las pequeñas y medianas uno como el actual? Con eso, según mi humilde opinión, se evitaría la debacle que el Gobierno y la mayoría de los economistas augura en el empleo.

¿A nadie se le ha ocurrido algo así? O, usando una frase de moda, ¿es muy tonto lo que estoy diciendo?

Saludos!

Próxima Actualización: Mañana.

El Amo del Perro.

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