Creo que nunca pensamos que la pandemia duraría tanto. Hemos tenido que aprender cosas nuevas y re-aprender otras: mantener distancia, respetar más que nunca el espacio de otros, usar mascarilla (bien puesta, cubriendo nariz y boca), nuevas formas de comprar, no saludar físicamente, trabajar y estudiar a distancia, adecuarse a nuevos horarios. La lista es larga.

Una de estas cosas ha sido el saber mantenernos ocupados para no aburrirnos. El tedio está a la vuelta de la esquina y para muchos no es fácil encontrar alguna actividad provechosa que hacer. El aburrimiento se instala y aunque tengamos al alcance de la mano un buen libro, un buen cómic, una película a unos pocos clics, el teléfono/tablet ahí encima esperando usarse, una receta postergada o alguna manualidad a medias; nada motiva. Un túnel sin salida.

Pero siempre, siempre, siempre hay una salida. Sólo hay que sonreír y empezar. 🙂

Es el caso de nuestro amigo perruno en el número de hoy.

Que tengan una buena semana.

El Amo del Perro.

 

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